martes, 13 de marzo de 2012

La historia de Tina Turner


Y menuda historia!. La lista de hijos de p*** del rock and roll es numerosa y muy variada: desde el Beach Boy Mike Love, que torturaba la frágil mente de Brian Wilson, el estajanovista James Brown que multaba a sus músicos por llevar sucios los zapatos, Lou Reed que, bueno !es Lou Reed! o el Stone Brian Jones, que levantaba su mano muy a menudo a su novia Anita Pallemberg, son solo unos pocos ejemplos de músicos que se las hacían pasar canutas a sus novias, sus músicos o al mundo en general. Pero después de la lectura de este libro, sin duda alguna el número uno de toda esta tropa por méritos propios es Ike Turner.


El periodista norteamericano Kurt Loder escribe en Yo, Tina (La historia de mi vida), las memorias de la cantante norteamericana Tina Turner. El libro narra la vida de la artista desde su infancia y sus orígenes familiares bastante humildes hasta mediados de los años ochenta, después de su exitoso regreso con el album "Private Dancer". El libro está escrito intercalando los recuerdos de los personajes de la historia contados por ellos mismos, desde los protagonistas principales, familiares, amigos y otros músicos.

La vida de Tina se cruza con la de Ike en los clubs la ciudad de St. Louis, en el estado norteamericano de Missouri. A comienzos de los años cincuenta era una de las ciudades con más vida nocturna y locales con actuaciones en directo de todo Estados Unidos, siendo Ike una de las estrellas más destacadas del lugar. Por casualidad, Tina sale al escenario una noche y se hace con el puesto de vocalista de su banda de entonces, The Kings of Rhythm. Desde ese momento, la carrera musical de ambos transcurre en común durante casi veinte años.

En todo ese periodo la actividad de las sucesivas bandas de la pareja fue casi frenética: giras casi constantes por todo el país, grabaciones siempre que era posible, actuaciones en televisión, etc... Flanqueados por un grupo bastante cambiante de músicos, y por sus coristas las Ikettes, Ike & Tina Turner empezaron su carrera juntos con temas mezcla de R&B, boggie, rock y otros sonidos semejantes y aunque sus éxitos en listas fueron bastante modestos, se mantenían sobre todo gracias a sus actuaciones en directo. Ya a finales de los sesenta, optan por las versiones de clásicos rock como "Proud Mary", "Honky Tonk Women" o "Come Together", que suponen un buen filón para el grupo gracias al estilo y las cualidades de Tina, capaz de hacer suya casi cualquier canción.

Pero por detrás de todo esto, la convivencia de Tina Turner con Ike era desastrosa. Desde casi el comienzo de su relación, Ike la sometía a palizas constantes, utilizando cualquier objeto que tenía a mano para golpearla, como perchas de metal, atizadores o cualquier otra cosa que estuviese disponible. Con lo terrible que es esto, el guitarrista no se conformaba solo con la violencia física y la humillaba de todas las maneras posibles: le era infiel a Tina con cualquier mujer que se pusiese a tiro incluso en su propia cama y le restringía el dinero de forma miserable para tenerla completamente bajo su control. Con el paso de los años, los abusos se hicieron más intensos todavía, motivados en parte por la dependencia de Ike de la cocaína y las pastillas que le hacían más paranoico aún.

Afortunadamente para ella, a mediados de los setenta reunió el valor necesario para dejar a Turner, marchándose de su casa con unos pocos dólares en el bolsillo y aguantando el acoso a que su ex la sometió durante varios años. Con el apoyo de un nuevo manager y de otros artistas como los Stones o Bowie pudo alcanzar el éxito y el reconocimento masivo que se había merecido desde hacía muchos años. En 1984 ya pasados ampliamente los cuarenta, graba aprisa y corriendo "Private Dancer", un album hecho a base de retales con un par de temas nuevos, un descarte de Mark Knopler y versiones de Ann Peebles, Al Green, David Bowie y The Beatles. Un trabajo que ya hace unos años había sobrepasado los cinco millones de unidades vendidas. A veces la vida real es como las películas y los protagonistas comen perdices.

Y un pequeño secreto: además de seguramente tener una buena genética, sus fabulosas piernas se deben en parte a la cantidad de deporte que Tina hizó en el instituto. Buena jugadora de baloncesto y atleta, tenia tanta energía que en los descansos de los partidos de basket se enfundaba el uniforme de animadora para interpretar varios números de baile hasta el comienzo del segundo tiempo.

Aunque el libro haya sido publicado ya hace veinte años, les puedo asegurar que hay momentos en los que su lectura pone los pelos de punta por todo lo que se cuenta en él.

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